“Tuve que suspender el deporte porque el dolor en las rodillas se fue agudizando, busque ayuda y me enviaron a un ortopedista, me colocaron testosterona, hice algunas terapias, pero no me beneficio, me dijeron que debían operar”
“Reconozco que el dolor que yo sentía, disminuyo de un 70% a un 20%, no digo que desapareció porque el tratamiento no ha terminado, pero ahora puedo levantarme tranquilo sin dolor”